Autor: Verónica Murguía.
Editorial: Ediciones SM
Sinopsis: A la joven Luned, moradora de una aldea medieval en lo profundo del bosque, no le interesa aprender a cardar la lana, hilar o bordar.
Tampoco le atraen el torno del alfarero, la cacería o la pesca.
Lo suyo es ir tras el rastro de los ciervos, treparse a las altas copas de lo árboles y visitar las más escondidas madrigueras. Su vida transcurre en la espesura, para desesperación de sus padres, hasta que un día, gracias a un encuentro afortunado, descubre que hay un oficio tan misterioso y bello como el bosque: contar historias.
Opinión personal:
El fuego verde es un libro muy delgadito de apenas 163 páginas y cuya redacción lo convierte más bien en un cuento, al menos desde mi gusto y apreciación personal. De pluma descriptiva y ligera es una historia muy agradable para los que somos amantes de la fantasía y sus seres sobrenaturales.
En este libro conoceremos a Luned, una chica que desde muy temprana edad mostró una atracción y fascinación hacía la naturaleza y sus animales, prefiriéndolos por sobre las personas y sus actividades cotidianas. Sintiendo ese irremediable llamado por la naturaleza nuestra protagonista desarrollará una relación de tensión con su madre quien se afana en enseñarle a cocinar y usar el telar; para ella educarla significa domesticar a su traviesa y salvaje hija.
Incomprendida por su madre pero querida por la gente de su pequeño pueblo, Luned crecerá hasta convertirse en una muchacha de 15 años capaz de identificar a la aves solo por su canto y recolectar las hierbas y flores curativas para la comadrona.
Perteneciente al bosque, ignora la crueldad e indiferencia de las grandes ciudades que se levantan más allá de su amado bosque.
Un día, por los azares del destino Luned conocerá a Demne, el cuentero, quien se enamorara de la salvaje e inocente chica. Ella, por su parte, se mostrará cautivada por los cuentos y canciones del forastero, de tal forma que lo seguirá hasta la ciudad de Corberic para conocer tan fascinante y misterioso oficio. Sin embargo, ambos se darán cuenta que la ciudad no es un lugar para ella pues no será más que un pajarillo en una jaula.
Un día, por los azares del destino Luned conocerá a Demne, el cuentero, quien se enamorara de la salvaje e inocente chica. Ella, por su parte, se mostrará cautivada por los cuentos y canciones del forastero, de tal forma que lo seguirá hasta la ciudad de Corberic para conocer tan fascinante y misterioso oficio. Sin embargo, ambos se darán cuenta que la ciudad no es un lugar para ella pues no será más que un pajarillo en una jaula.
Así pues, en un giro caprichoso del destino, justo cuando va a regresar a su pueblo, Luned se verá en la tierra de los señores del bosque (de los elfos y las hadas) persiguiendo al pueril elfo Aliso. Solo entonces comprenderá el peligro que corre e inclusive aprenderá apreciar la naturaleza mortal de los humanos, la de ella misma.
En verdad es que me gustaría contarles más sobre esta historia pero al ser una historia tan cortita terminaría por arruinarles el libro, eso sí, el libro es algo así como el "underworld" de Alicia en el país de las maravillas y una mexcla del mito de Perséfone allá en el inframundo.
En verdad es que me gustaría contarles más sobre esta historia pero al ser una historia tan cortita terminaría por arruinarles el libro, eso sí, el libro es algo así como el "underworld" de Alicia en el país de las maravillas y una mexcla del mito de Perséfone allá en el inframundo.
Solo he de agregar algo más... ¡malditos y sensuales elfos con aliento a manzana! ahahaha.
= PASAJES MEMORABLES =
"Algo le hacía la ciudad en el espíritu y el cuerpo. Todas las noches dormía con la lámpara encendida -cómo hubiera reído si alguien le hubiera contado que algún día iba a necesitar una luz pequeña como una luciérnaga junto a ella- y, el día en que había subido a la muralla y había visto el océano verde que rodeaba la ciudad, había llorado de nostalgia en el hombro de Demne, que, morficado, le acariciaba el pelo."
"El deseado cobijo del bosque se veía a lo lejos como una masa oscura. Luned corrió hacía los árboles respirando profundamente, sintiendo como sus costillas se ensanchaban para dar la bienvenida al aire limpio de humo y pestilencias de la ciudad. El aire estaba frío; la repentina frescura hizo que se contrajeran los músculos de la garganta y se le entumiera la nariz. Todo era delicioso: dolores, perfumes, la casi olvidada humedad helada en las corvas. Todo. Iba ligera como un ciervo."